La Paz, 11 dic.– La pequeña ciudad de Achacachi, municipio de la altiplánica provincia Omasuyos del departamento de La Paz, amaneció fría, nublada y húmeda y con cientos de personas afuera del templo católico y la plaza central para el oficio fúnebre de los cinco fallecidos del sábado en la tarde, reportó este domingo la local Radio Tv Creativa.
En la comunidad Santiago de Pecharía, del municipio de población aimara, murieron cinco personas que asistieron a la graduación de estudiantes de la Unidad Educativa Gualberto Villarroel cuando colapsó a media tarde el techo del escenario deportivo que cedió al peso de una intensa granizada.
La red de Noticias Qhana Pacha señaló que también resultaron heridas 16 personas, quienes fueron trasladadas al Hospital Municipal de Achacachi en vehículos privados y ambulancias.
Todos están bajo observación y, de momento, ninguno reporta un estado de salud grave, aseguró la emisora.
La fuerza pública del municipio y padres de familia fueron los primeros en auxiliar a los heridos quienes quedaron debajo de calaminas, fierros retorcidos y toneladas de granizo compacto.
“Fue un mal día, de la alegría a la tragedia”, dijo un padre de familia a Radio Tv Creativa.
Las autoridades municipales han comprometido apoyo a las familias afectadas.
En el empinado calvario del cerro Surukachi, en cuya cima está una pequeña iglesia, se ofrece a las familias dolientes sahumerios que curan los fríos del alma.
Detrás del Surukachi, atravesando el río Keka y las verdes praderas tapizadas con el blanco granizo, que alcanzó los 20 centímetros de altura, se ve en el horizonte al orgulloso nevado Illampu.
Desde la cima del Surachi, donde se ubican ancianos para las ofrendas a la Pachamama, la madre tierra, se puede ver también el azul del lago Titicaca, la agónica vitalidad urbana de Achacachi, la cúpula de su templo católico, su estadio con césped artificial y la Unidad Educativa Gualberto Villarroel con su tinglado destruido.