La Paz, 10 ago.- Bolívar sigue sin jugar bien, pero también sigue ganando. Ayer venció apenas 1-0 a Blooming y los tres puntos le permiten escalar en la tabla de posiciones del torneo liguero. El ‘celeste’ no sale de su juego impreciso, desordenado y sin sorpresa. Y aún da ventajas en su defensa cuando lo atacan.
Si se lo proponía, Blooming pudo haber al menos empatado y no irse con las manos vacías. Pero se animó tarde y el tiempo ya no le alcanzó.
El único gol lo convirtió Miguel Callejón a los 31 minutos. Un centro medido de Jaime Arrascaita aprovechó el español, con un cabezazo superó la estirada de Hugo Suárez.
El partido gustó poco. Como Bolívar no brilla (el fútbol de Academia sigue ausente) y su juego está estancado, hasta su hinchada se enfrió y se aburrió en las graderías.
Algo hay que reconocer en el balance general, el local tuvo más ocasiones de gol y, de anotar, pudo haber goleado, pero careció de efectividad y se conformó con un solo tanto.
Blooming fue de menos a más y mejoró su juego en el segundo tiempo cuando Bolívar le cedió terreno. Leonardo Vaca se perdió el gol en dos ocasiones, en una estrelló el balón en el travesaño y en la otra Romel Quiñónez le dijo no.
Sobre el final el equipo de Erwin Sánchez arriesgó, pero tampoco tuvo claridad y quedó enojado y arrepentido.
El partido tuvo poco fútbol y más jugadas bruscas. Varias tarjetas amarillas tuvo que sacar el juez José Jordán para frenar el juego ríspido.
A los 63 minutos Damián Lizio salió lesionado. Sufrió una fuerte infracción y tiene la rodilla derecha lastimada.
Los dos pegaron fuerte y a ratos con mala intención.
Al final, Eduardo Villegas respiró tranquilo, pero no por el juego de su equipo, sino por el resultado. Bolívar sigue en deuda con sus seguidores. (Cambio)