11 ago.- Un 6 de agosto de 1825, en Bolivia surgen las ilusiones y esperanzas de ver sus primeros pasos como nación independiente, dejando atrás el sometimiento del dominio español. Tras el avance de los años el país se ha fortalecido y en 2025 celebra con orgullo sus 200 años de independencia, reafirmando su identidad e historia de libertad social.

Con el motivo de conmemorar esta importante fecha, el escritor y dramaturgo Franz Apaza Aramayo, rinde un homenaje literario al publicar el 06/08/2025, su adaptación teatral titulada “Ollantay el Inca plebeyo”, que está basada en “Ollantay” que es un legado que refleja la riqueza cultural incaica.

El libro implica un homenaje al bicentenario de la independencia de Bolivia

Según Apaza el teatro incaico constituye una creación original anterior a la llegada de los españoles a América del Sur. Como evidencia se conserva el legado de la obra “OLLANTAY” de autor anónimo, que forma parte del amplio imperio cultural de los Incas, su transcripción se realizó en versos por los colonizadores, reflejando así su importancia y la continuidad de su influencia en la historia teatral de la región.

El libreto teatral es un libro de bolsillo, que corresponde a un drama incaico en tres actos, su adaptación se presenta en prosa y su estructura está diseñada para ser representada en un escenario, la cual se matiza con danzas acordes a la cultura Inca. 

La obra se apoya en la leyenda que establece de que los Incas, eran descendientes de los dioses y por ende se les debía lealtad y respeto absoluto. Por eso ningún plebeyo podía aspirar a enamorarse o ser correspondido, ya que eso constituiría una grave transgresión ante sus dioses. Esta es la historia, de Ollantay un guerrero valiente y Cusi Coyllur la hija del Inca, quienes tienen una relación amorosa, que es prohibida, generando así conflictos muy ceberos en el imperio.

La esencia del libro implica un homenaje literario al bicentenario de la independencia de Bolivia, el cual también nos invita a admirar y valorar el legado cultural incaico. Creando en el lector o el espectador que disfruta de la puesta en escena, un sentido de reflexión para reconocer nuestra historia e identidad precolombina. Es por eso que el autor nos deja el siguiente pensamiento, “Mientras la sociedad apoye a sus artistas, el mundo conocerá de la cultura de un país”. 

/Prensa