La Paz, 28 de mayo de 2024. – Justo ese día, los padres de Leydi S. habían salido, dejándola sola. Al entrar al baño, descubrió con sorpresa que su ropa interior estaba manchada de sangre. Su cuerpo se estremeció, pero recordó las escasas veces que había oído hablar de esto en casa y en la escuela.
“Cuando vi la sangre, me aterrorizó muchísimo, estaba muy asustada”, recuerda Leydi. Así fue su experiencia a los nueve años, cuando tuvo su primera menstruación.
Ahora, con 14 años, reflexiona sobre el miedo que sintió entonces, un sentimiento común entre muchas niñas que enfrentan su primer periodo. Sin embargo, reconoce que la menstruación es algo tan normal y natural como respirar o digerir alimentos.
Leydi cursa el cuarto de Secundaria de la Unidad Educativa Elizardo Pérez (UEEP), situada en la zona Ballivián de El Alto. En la sala de maestros, ella y un grupo de compañeros, tanto mujeres como varones de Primero, Cuarto y Sexto de Secundaria, se animaron a hablar de la menstruación.
“El momento que me pasó, me asusté y sentí mucha angustia, pero después comprendí que no es nada malo (…), es algo natural que les sucede a todas las mujeres”, comenta Guisel H., también de Cuarto de Secundaria.
Este 28 de mayo es el Día de la Higiene Menstrual y, no sólo esta fecha, sino los 365 días del año es menester hablar abiertamente sobre esta fase del ciclo menstrual para eliminar tabúes, estigmas y prácticas discriminatorias.
Para la gerente Clínica de MSI Bolivia, Marie Stops, Silvia Velasco, este día está"pasando desapercibido" en el país, aunque con el tiempo se ha generado mayor sensibilización sobre "cómo afrontar la menstruación".
La palabra menstruación proviene del latín "menstrus" (menstruo), derivada de "menses" (mes, ciclo lunar, lunación). La Real Academia de la Lengua Española (RAE) la define como “sangre procedente de la matriz que todos los meses evacúan naturalmente las mujeres y las hembras de ciertos animales”.
Mientras que la ginecóloga obstetra, Lourdes López, explica que el periodo o regla, es el desprendimiento normal de sangre y del tejido que reviste el útero (matriz), que pasa por el cuello uterino, hasta llegar a la vagina.
Este sangrado vaginal ocurre una vez al mes, como parte del ciclo menstrual, en las mujeres alrededor de los 11 años, hasta los 50 años (menopausia); sin embargo, puede ser “antes o después, no hay manera de saber con exactitud, porque varía de una persona a otra”.
“La menstruación viene a ser una descamación del endometrio (capa mucosa que reviste internamente el útero) producto de la proliferación hormonal que mes a mes sufre una mujer, generalmente, cada 28 días (24 o 35 como mínimo y máximo)”, precisa la galena.
Puede variar de un ciclo a otro en cada mujer, regularmente dura entre dos y siete días. En ese lapso ocurre la expulsión de alrededor de 20 a 30 mililitros (ml) de sangre de un color “rojo oscuro vinoso, con algunos coágulos intermitentes”.
“Cuando mis hermanas tienen su periodo cambian de humor. Lo comprendo, no me molesta, sé que es normal. Pero no sé cómo tratarlas, me da miedo y vergüenza”, relata Luis Q., de Sexto de Secundaria, quien revela que “conoce poco” sobre la menstruación.
La ginecóloga aclara que muchas mujeres a menudo tienen períodos menstruales con dolores en la parte baja del abdomen y en la espalda baja, además de náuseas, diarrea y dolores de cabeza.
Sin embargo, “el dolor del periodo no es lo mismo que el síndrome premenstrual.Éste causa síntomas diferentes, como irritabilidad, fatiga, hinchazón incluso aumento de peso. El síndrome comienza una o dos semanas antes del comienzo de la regla”.
“Aún no me llegó la menstruación. Tal vez me falta poco, no sé. Pero mi mamá, mi hermana y mi tía me están preparando para ese momento y ya sé que no debo asustarme porque es algo normal”, añade Antonella C.
Carga con tabúes, estigmas y discriminación
Sin embargo, más allá de su etimología, definición y explicación científica, desde tiempos prehispánicos, hasta ahora, la palabra menstruación carga una serie de tabúes, estigmas, vergüenza y discriminación.
A causa de ello, no sólo mujeres, sino también hombres, evitan hablar de menstruación. Según una encuesta mundial realizada por la aplicación de salud femenina Clue, publicada por la BBC Mundo en 2020, en América Latina hay una veintena de maneras de referirse al respecto.
“Llegó Andrés, el que viene una vez por mes”, “La monstruación”, “Cosas de niñas/chicas”, “Caperucita roja”, “Me vino la que te conté”, “Estoy en mis días”, “La colorada”, “Semáforo rojo” y más.
De acuerdo con el antropólogo Milton Eyzaguirre, en el periodo prehispánico la menstruación significaba el “paso de niña a mujer”. Y cuando las mujeres estaban en su periodo las encerraban en un espacio en ayunas hasta que terminara esta fase de su ciclo menstrual.
Más tarde, la colonización insertó al individuo una religión que provocó distinciones y condenas sociales.
“Y cuando a una mujer le llegue su menstruación, quedará impura durante siete días. Todo el que la toque quedará impuro hasta el anochecer”, se lee en el libro de Levítico, capítulo 15, de la Biblia.
Así, el estigma de la menstruación aparece en diferentes culturas y geografías.
Conocerla antes de que llegue
El presidente de la Junta Escolar de la UEEP, Nelson Yujra, reconoce que muchos padres “son un poco cerrados” para hablar de menstruación con sus hijas e hijos.
Se incluye al revelar que, del tema, sus tres hijas se enteraron por su madre y entre hermanas, por el hecho de que “entre mujeres existe más confianza”; sin embargo, considera que es por miedo o vergüenza que muchos padres no se animan a hablar con sus hijas al respecto.
La educadora menstrual certificada, Yazmin Salas, de Costa Rica, en un Webinar organizado por MSI Bolivia Marie Stopes, en agosto de 2023, consideró “que no hay una edad mínima para hablar sobre menstruación con los hijos, pero sí es importante abordarla cuando van cumpliendo los ocho y nueve años”.
“Nunca es muy temprano y nunca es demasiado tarde para hablar de educación menstrual. Si tengo una niña y me cambio de toalla higiénica frente a ella y me pregunta, puedo responder con naturalidad para que sepa que de este tema se puede hablar en casa”, recomienda.
Para la Gerente Clínica de MSI Bolivia Marie Stopes es “sumamente importante” que antes de que llegue la menstruación, las niñas entiendan que “no significa que se están haciendo mujercitas”, sino que es un proceso biológico por el cual están pasando.
El mayor miedo: el manchado
Helen L., de Sexto de Secundaria, no deja de recordar el día en que su menstruación traspasó la toalla higiénica y manchó su pantalón. Fue cuando estaba pasando la materia de Lenguaje.
“A veces se siente que ya estás manchada y era así. Ese día no sabía cómo actuar, qué hacer, me sentí inmóvil; no quería estar ahí, no quería que nadie me viera”, recuerda.
Una encuesta realizada en el mencionado Webinar sobre ¿qué es lo que más le preocupa durante la menstruación?, reveló que al 53% el manchado, al 20% el dolor y cólicos, al 12% no realizar sus actividades normalmente, al 8% no saber qué suministro usar (copas, toallas higiénicas, tampones) y al 6% tener una higiene menstrual adecuada.
Sorprendida por las respuestas, la educadora costarricense recomienda que a las mujeres debería preocuparles más las demás consultas y no tanto el manchado porque “menstruar es un signo de salud”.
La ESI y EIS
“De menstruación el año pasado mi profesor solo les habló a las chicas, a nosotros nos ha llevado a otro lado (…). Es importante que los varones también conozcamos este tema porque es una etapa normal en las mujeres”, comenta Beymar C., de Primero de Secundaria.
Al respecto, Salas se atreve a afirmar que, tanto en la casa como en la escuela, “no están brindando información correcta sobre la menstruación”.
“Puedo asegurar que en Latinoamérica la Educación Sexual Integral (ESI) es muy poca. Hay mucha resistencia, incluso de la sociedad, para hablar de estos temas (…). Se necesita cambio en políticas públicas, para que los programas de educación sean diferentes”, dice.
El director de la UEEP, René Aruquipa, reconoce que temas como la menstruación “no solo tienen que conocer las mujeres, sino también los varones” y plantea que es menester profundizar la Educación Sexual en la escuela.
No obstante, su colega, Abdón Suñagua, profesor de Filosofía y Psicología, durante sus 30 años de trayectoria en el colegio observó que estudiantes de Primero y Segundo de Secundaria sintieron vergüenza cuando se abordó el tema en la clase que tocó “los cambios biológicos”.
“Alguna vez hemos tenido reclamos de parte de algunos papás ‘¿Cómo van a hablar de esas cosas?, eso es para adultos (…)’. No hay una comunicación abierta a propósito de este tema y los hijos se están formando así”, lamenta.
Instituciones con considerable trayectoria en salud sexual y reproductiva en el país, como MSI Bolivia Marie Stopes y CIES, imparten Educación Sexual Integral (ESI) y Educación Integral en Sexualidad (EIS) con maestros, niños, niñas, adolescentes, madres, padres y maestros en el país.
En 17 escuelas de la capital ya se habla de EIS
La responsable de Programas y Proyectos del CIES Regional Sucre, pedagoga Ana María Salas, explica que esta institución identificó que, pese a vivir en Sucre, capital de Bolivia, muchas niñas y adolescentes no tienen información correcta, científica y oportuna sobre la Gestión de la Salud Menstrual (GSM).
“Y esto genera inseguridad en muchas niñas (…). Hemos evidenciado en las unidades educativas que muchas tienen miedo a acudir a clases durante sus días de menstruación, por vergüenza y por los dolores”, revela.
A raíz de ello, CIES brinda talleres sobre salud sexual y reproductiva, con contenidos basados en un diagnóstico en función a la edad y el nivel de los estudiantes, en coordinación con una red de maestros de Sucre capacitados en EIS.
Actualmente, son unas 17 escuelas a las que CIES brinda talleres relacionados a la EIS. Una de ellas es la Unidad Educativa Villa Armonía B, ubicada en el área periurbana. Los chicos y chicas de Quinto de Secundaria de este establecimiento recibieron el taller “Salud Menstrual” en abril pasado.
Elizabeth Villa es profesora de Primaria de esta escuela y maestra líder en EIS. Su motivación para especializarse al respecto es haber conocido a niñas con “poco y nada de información” y el hecho de que ni ella misma se enteró sobre el tema cuando era pequeña.
“Tienen una muy mala información la mayoría de las niñas cuando no se les habla en casa de la forma correcta. Cuando yo era niña me pasó lo mismo”, comenta la docente con más de 20 años de trabajo en el Magisterio.
Para ella, la menstruación no es un tema específico en el plan de estudios en el país y si lo fuese ayudaría de alguna manera a muchas niñas y adolescentes a conocer su cuerpo y hasta prevenir embarazos.
“Hablar de EIS tiene una repercusión directa en la productividad de la mujer, en su rol en la sociedad. Si yo conozco mi cuerpo, sé cómo manejar un ciclo menstrual (…), hay un impacto directo dentro de mi desarrollo”, considera la Gerente Clínica de MSI Bolivia Marie Stopes.
Herramientas para aprender
Sobre menstruación, Ipas Bolivia brinda información veraz, precisa y a “profundidad” mediante el diario.de.lili, un proyecto de esta organización mundial y de la Embajada de Canadá en Bolivia, que está disponible en Facebook, Instagram y TikTok.
Según la coordinadora de Comunicaciones, Wara Rojas, este diario es un espacio virtual “amigable, seguro e íntimo” para dialogar y aprender sobre menstruación, a través de un equipo multidisciplinario de profesionales.
“Gracias al diario.de.lili. aprendí a cómo tratar mi adolescencia y cómo superar etapas que me han estado aterrando”. “Gracias por tus orientaciones, son un gran apoyo para mí, me ayudas bastante con mi autoestima”, comentan dos adolescentes sobre lili.
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