La Paz, 10 jul.- En Villa Fátima son doce los puestos de venta de caldo de pollo y cordero, fricasé, ranga, thimpu y un variado menú de platos paceños, que son las tentaciones culinarias de los comensales y se encuentran al paso para saciar todo tipo de apetito.
Precisamente en el puesto 12, con un panorama y una buena vista a la plaza Villarroel, se encuentra el comedor de doña Elsa Aliaga, quien heredó la receta y la buena sazón de su mamá, Isabel Apaza, una de las más antiguas vendedoras de comida en este sector de la ciudad. Su puesto está en los comedores de Villa Fátima, que fue estrenado en el año 2000 en inmediaciones de la avenida Tejada Sorzano.
Es el Palacio del Thimpu y es un esfuerzo familiar. Junto con su esposo y cinco empleados, emprende cada día el trabajo y atiende a varios comensales, quienes prefieren este puesto de venta, más aún los fines de semana
“Antes la propietaria era mi mamita, Isabel Apaza, su puesto era en el suelito, en los agachaditos, con una pequeña tarima, cuando este lugar era el extremo de la ciudad y más arriba estaba la tranca de salida de Kaikoni”, recuerda.
Doña Elsa dijo que su mamá aún le pone la sazón a las comidas, pero por su edad ya no le acompaña en la venta. “Controla la limpieza de los alimentos, pero también le gusta comprar los recados en el mercado Rodríguez para surtirnos durante dos semanas”, añadió.(Cambio)