La Paz, 01 de marzo de 2024. - El Ministerio de Salud efectúa el seguimiento epidemiológico a seis personas en la ciudad de El Alto (La Paz), que mantuvieron contacto con la niña que contrajo Sarampión y reside en Bermejo (Tarija), informó el viceministro de Promoción y Vigilancia Epidemiológica, Max Enríquez.
“En La Paz tuvo contactos y se hicieron las evaluaciones, tomando las muestras necesarias, hay seis sospechosos, por el lado de El Alto, entonces hacemos el seguimiento necesario para confirmar si se trata de Sarampión o no”, dijo la autoridad, en una entrevista con Bolivia TV.
En Bermejo se confirmó el caso de una niña, de siete años y seis meses que contrajo Sarampión. La menor no había recibido ninguna dosis de la vacuna SRP que previene el virus.
La niña junto con su familia estuvo de visita en la ciudad de El Alto, por lo que personal de Salud detectó a las personas con las que tuvo contacto.
“Entre tanto sean sospechosos, se hará el bloqueo en la zona para evitar la transmisión y difusión de la enfermedad”, dijo.
El viceministro instó a los padres de familia a llevar a sus niños menores de cinco años a los centros de salud para que reciban la vacuna SRP, para evitar el contagio de la enfermedad que es contagiosa.
De acuerdo al esquema de vacunas vigente en el país, los niños menores de cinco años deben contar con dos dosis de la vacuna SRP, que previene el Sarampión, la Rubeola y la Parotiditis.
Según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), el Sarampión es una enfermedad vírica muy contagiosa que afecta sobre todo a los niños y se transmite por gotículas procedentes de la nariz, boca y faringe de las personas infectadas.
Los síntomas iniciales, que suelen aparecer entre 8 y 12 días después de la infección, consisten en fiebre alta, rinorrea, inyección conjuntival y pequeñas manchas blancas en la cara interna de la mejilla. Varios días después aparece un exantema que comienza en la cara y cuello, y se extiende al resto del cuerpo.
El Sarampión puede causar complicaciones graves como ceguera, encefalitis, diarrea intensa, infecciones del oído y neumonía, sobre todo en niños malnutridos y pacientes inmunodeprimidos.
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